Sin sombra no hay LUZ

Luis Mejía
2 min readMay 25, 2022

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Decidí titular este articulo así porque para lograr sanar y transformarte debes aceptar lo bonito y lo no tan bonito de ti, es decir: tu sombra y tu luz.

El sufrimiento

Ocurre cuando tenemos exceso de expectativas sobre algo y sucede de una manera totalmente distinta, cuando nos apegamos a una persona, trabajo u objeto material y cuando no aceptamos las cosas que suceden tal como son.

Si, si ya se, puede que esto te suene muy repetitivo, muy Buda o filosofía zen… ¡Pero es la verdad, y te lo digo desde mi experiencia!.

Quizás te encuentres en un proceso de sanación, donde ya has acudido a terapias, ejercicio, pastillas, cambiaste tu estilo de vida pero sigues igual.

Ying Yang: En lo negativo hay algo de positivo y en lo positivo hay algo de negativo
Ying Yang: En todo lo positivo hay algo negativo y en lo negativo hay algo de positivo.

Qué está sucediendo?

Lo mas probable es que te encuentres haciendo un trabajo de sombra, donde estás confrontando el dolor, todo eso que no te gusta de ti: la ira, la impaciencia, flojera, miedos, frustración, etc.

Lo que no te estás dando cuenta…

Es que día tras día te ocurren situaciones similares con tu familia, amistades, compañeros de trabajo, que te están reflejando que aún no has sanado algún rasgo negativo de ti (tu sombra) y por eso reaccionas y actúas a la defensiva, dejando que la situación te domine y que la emoción te controle y no tu a ella.

Decía Carl Jung que hasta que lo inconsciente no se haga consciente el Universo forzará un acontecimiento para que aprendas esta lección (destino) y cada vez sera más fuerte hasta que lo trasciendas.

Una vez reconozcas lo que te está enseñando esta situación o persona lograrás un cambio en tu vida y dejarás de repetir esos acontecimientos incómodos que simplemente se presentan para hacerte crecer como persona.

Volviendo al tema principal

Para sanar por completo, tienes que aceptar, reconocer tanto tu sombra como tu luz. Si, está bien que seas una persona honesta, amorosa, bondadosa, pero también puede que seas impulsiva, vengativa, victima (un ejemplo) Cuando reconoces estas dos polaridades dentro de ti, podrás sentirte en paz y pleno.

Ámate, valorate y aceptate, no te menosprecies, deja de juzgarte y sentirte culpable y verás como todo se transforma.

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Gracias por leer

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Humano, emprendedor creativo, coach y escritor de Caracas, Venezuela

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